¿Puede una simple sonrisa mejorar nuestro rendimiento deportivo? Estudios indican que sonreír ayuda los corredores a relajarse y reducir la tensión muscular.

Al escuchar esto lo primero que se nos viene a la mente es la amplia sonrisa de Haile Gebrselassie rompiendo marcas y sumando logros a su curriculum. Pero tampoco podemos olvidarnos del otro lado de la moneda, y nadie lo ejemplifica mejor que Emil Zátopek. Su cara de agonía al correr contrastaba con sus aplastantes victorias.

En 1905, el médico canadiense Robert Tait McKenzie describió «la expresión facial del esfuerzo violento, la disnea y la fatiga» en el Journal of Anatomy and Physiology, donde describió a los atletas en el final de las carreras: «Esta locura respiratoria, esta angustia mental y corporal, siempre se representa en la cara del hombre que lucha».

Más de un siglo después, un estudio realizado por la Ulster University de Irlanda del Norte y la de Swansea (Gales), y publicado en Psychology of Sport and Exercise, nos dice que los corredores que sonríen durante el ejercicio físico realizan un menor esfuerzo y acumulan más oxígeno en sus pulmones, mientras que fruncir el ceño puede aumentar la percepción del esfuerzo.

Los investigadores, dirigidos por el Dr. Noel Brick, pidieron a un grupo de 24 corredores de resistencia (13 hombres y 11 mujeres) que se pusieran una máscara para medir el consumo de oxígeno y luego completaran bloques de 4-6 minutos corriendo sobre cinta. El objetivo del estudio era comparar los efectos de la sonrisa, fruncir el ceño, los pensamientos al correr y el tratar conscientemente de relajar las manos y la parte superior del cuerpo. La medida de resultado principal fue la economía de carrera, la energía necesaria para correr a un ritmo dado, pero también se midió qué tan duros o extenuantes los participantes percibieron cada bloque de carrera, cuán «bien» o «mal» se sintieron.

Los resultados revelaron que en comparación con el ceño fruncido y los pensamientos normales de los participantes, sonreír durante la carrera mejoró la economía de carrera en un 2.8% (versus fruncir el ceño) y en un 2.2% (versus pensamientos normales).

«Creemos que la razón principal de este resultado», dice Brick, «es que la sonrisa ayudó a los participantes a relajarse y reducir la tensión muscular sin que ellos intentaran relajarse conscientemente. Sabemos que los corredores o ciclistas se mueven económicamente cuando están relajados, por lo que este parece el mecanismo más probable».

Un segundo hallazgo clave del equipo del Dr. Brick fue que fruncir el ceño también aumentó lo difícil o agotador que se sentía correr en comparación con las condiciones de sonrisa y relajación. Brick dice que «esto probablemente se deba a los pensamientos de los participantes en cada condición. Centrarse en pensamientos agradables (sonreír) o en intentos conscientes de relajarse puede distraer las señales relacionadas con el esfuerzo durante la carrera, reduciendo así nuestra percepción de esfuerzo en comparación con el ceño fruncido».

El tiempo promedio de un hombre en maratón es de 4:20, en mujeres es de 4:45. Una mejora del 2.8% significaría una ganancia de nada despreciables 5 minutos.

Brick agrega «en términos de los resultados de la sonrisa, la sonrisa periódica durante el entrenamiento o las carreras puede ser una forma efectiva de relajarse y reducir las sensaciones de esfuerzo. Creo que sonreír periódicamente es mejor, tal vez durante 30 segundos, una o dos veces cada milla, ya que los períodos más largos de sonrisa pueden ser difíciles de mantener».

Y continúa, «si alguien puede sonreír durante un entrenamiento o carrera completa, aún mejor. Pensar en pensamientos agradables o simplemente hacer la expresión facial también puede funcionar, pero debe ser una sonrisa ‘real’, lo que en literatura sonriente se conoce como sonrisa de Duchenne«.

Una buena forma de ayudarte en esto es tener un compañero de trote con el que puedas conversar y divertirte. También sonreír cuando veas a un amigo, a un conocido o incluso a un fotógrafo en tu ruta.

Así que ya lo sabes, sonreír puede hacer una gran diferencia en tu rendimiento. Si corres, sonríe!

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